Mientra subia me atacaron montones de esqueletos qe no paraban de alabar al mismo tiempo al dios Mac-Hote, el mismo que se había insinuado a mi padre años atrás...

Tras una puerta que había en la cima de la montaña comencé a caminar y llegué hasta el altar donde se ofrecían huevos Kinder como sacrificio divino. Entonces advertí que no estaba solo...

Apareció el Dios Kapul-Lo y empezamos a pelear hasta que al final le maté y no veas la de sangre que hechaba el muy marrano, que no paraba de sacarse mocos mientras hablábamos de lo buena que estaba la rubia esa que ha llegado hoy al pueblo.

Y así fué como me convertí en el héroe más famoso del mundo y toda la gente aplaudia y apaludia sin parar, mientras tiraban cohetes y no veas que chulo.

Fin.