Decides montarlo todo...

Empiezas a buscar los textos, esos fabulosos textos en los que narras una terrorífica historia sobre un laboratorio y un experimento... ¿donde están?

Nuevamente un sudor frio recorre tu espina dorsal (van dos), los metiste en el mismo CD-ROM en que grabaste las fotos de la boda de tu tía Enriqueta... y se los llevó tu madre para enseñárselas.

¿Alguna idea?

Copiar textos al hazar del concurso de relatos del instituto de tu hermano.
La verdad es que es buena hora para una peli....